miércoles, 16 de septiembre de 2009

Bronca. Muchisisma.

Estoy harto que intenten mentirnos todo el tiempo y así manejar la opinión publica. Hartísimo. Ya no solo es algo en contra de una empresa “monopólica”, sino que contra todos los ciudadanos. ¡Cómo pueden atreverse a mentir así!
Ya conocemos algunos diarios oficialistas. Ya conocemos a algunos pseudo intelectuales oficialistas (si alguno le molesta mi puesta en duda, espero también pongan en duda por que estos intelectuales se dedican a alabarse entre ellos, sin habilitar una discusión coherente para poner en tela de juicio las ideas y posturas). Ya conocemos diputados que se “acercan” al mejor postor. Ya conocemos agrupaciones que se dedican a hacer el trabajo sucio del gobierno. Y además, ya conocemos que estos gobernantes son capaces de crear conflictos y hacer cosas para poner a la opinión pública en contra de su adversario (¿alguien se acuerda del humo?). Pero si bien hacer un diario en contra de una empresa es algo completamente no ético desde un gobierno, mentir descaradamente es peor.
Se preguntaran por qué estoy tan enojado, y afirmo estas cosas. La respuesta es simple: tengo en mis manos un ejemplar de tirada gratuita, de un “panfleto” oficialista, con el titulo de Portada. ¿Por qué lo llamo un panfleto, faltando el respeto a los responsables de esto? Simplemente por la falta de seriedad.
¿Pueden estar en contra de Clarín? SEGURO. ¿Pueden recibir dinero del estado para imprimir esto? SEGURO… al fin y al cabo, se gasta en otras cosas igual de inservibles. ¿Pueden no especificar donde fue impreso? ¿Por qué no? Me tiene sin cuidado… todos sabemos que igual fue pago por el gobierno esto. Ahora: ¿pueden publicar una “encuesta”, en la que se especifique que el 96, 2% de los encuestados está a favor de la nueva ley de medios, 3,5% en contra, y el 0,3% no sabe, o no contesta, sin especificar ni la fuente, ni quien hizo la encuesta, ni tampoco sobre qué total de casos, y lo más importante, quien se hace cargo de dichos resultados? ¿Me están cargando???
No solo los resultados son muy opuestos a la realidad (generar un conceso del 96,3% de la población en cuanto a algún tema, es simplemente imposible, si se toma en cuenta que la hace un gobierno con la imagen positive que ronda el 20%, además de lo poco creíble que es creer que la extrema izquierda estaría de acuerdo con la centro izquierda, el centro, la centro derecha, y la derecha), sino que por sobre eso, es una falta de respeto al periodismo y a al pueblo.
¿Son estos los medios que quieren darnos, al instaurar la ley de medios? ¿Esta va a ser la forma para informarnos? ¿Sin fuentes confiables? ¿Sin seriedad? No, gracias.

viernes, 4 de septiembre de 2009

¿Sirve hacer algo bueno, si es en contra de alguien?

En el congreso de la Nación Argentina, en estos días se esta discutiendo un proyecto de ley enviado por el poder Ejecutivo, para lograr una ley de radiodifusión que pondría reglas a los medios nacionales e internacionales con incidencia dentro del país.
¿Por que es relevante una ley que hace falta en todo país? Simplemente porque hay demasiados intereses detrás (y delante) de esto. Entre los mayores perjudicados, estaría el Grupo Clarín, a quien le prohibirían poseer gran parte de las divisiones que integran el grupo, simultáneamente. Entre ellas, Multicanal, radio Continental, y hasta el mismo Diario Clarín.
La discusión en torno a este conjunto de Medios bajo una sola cabeza, se basa en el monopolio de la información y opinión que puede existir, y la falta de lugar que se le brindaría a las opciones independientes para que lleguen al público usuario. Pero existen sospechas de algunos otros temas de fondo. Por ejemplo, si bien el principio de la era Kirchnerista (que comenzó en el año 2003) el diario Clarín era bastante oficialista (los elogios no escaseaban), y hasta se dice que cada tapa de diario publicada era antes inspeccionada (aunque se desconoce si alguna fue modificada por su mano) por el poder Ejecutivo de la Nación, en el conflicto con el campo esto cambió rotundamente, al mostrar el Grupo Clarín un amplio apoyo al sector agropecuario.
¿Puede ser el cambio de manos de los derechos de televisación del fútbol de 1ra división (ley aprobada hace unos días por el Congreso, donde el mayor perjudicado por haber rescindido un contrato, que vencía recién en el 2014, fue una de las empresas del Grupo Clarín, Torneos y Competencias), y este proyecto de ley, en el cual el mayor perjudicado será nuevamente el mismo Grupo Clarín, una casualidad, o es una venganza a su cambio de opinión durante el conflicto del campo?
En caso de ser casualidad, cabe la pregunta de cuantos discursos de políticos allegados al Ejecutivo Nacional (o siendo parte de el), tuvieron algún tipo de comentario en contra del Grupo Clarín, fueron hechos desde el conflicto del campo, hasta hoy. No son pocos. Hasta me atrevo a decir que son un porcentaje altísimo. Siendo así, ¿realmente podemos creer que existe casualidad en apurar un proyecto de ley que perjudicaría al Grupo Clarín? Lo dudo.
¿Y en el caso que no sea así? ¿Si realmente se esta buscando revancha? Ese caso es bastante más complejo, porque habría que hacer dos análisis por separado. El primero, seria al proyecto, y el segundo al motus.
En cuanto al proyecto, no hay demasiado para decir: es un proyecto que daría mayor participación al ciudadano en crear medios de comunicación, y le sacaría poder a los Mega Medios (como el Grupo Clarín), como ya hemos afirmado. ¿Es esto algo malo? Absolutamente no. Y si bien hay algunos artículos de la ley que pueden no ser perfectos, y tener algunas falacias, es un proyecto que haría de este un mejor país.
Pero si analizamos el motus, las cosas toman otro tinte. Si este proyecto de ley, realmente apunta contra el Grupo Clarín, y no a favor de la sociedad... ¿que implicaría esto? Implicaría que este gobierno toma revancha contra sus adversarios (aunque esto bien lo sabemos por lo que esta sufriendo el campo en estos días). Entonces en caso de ser cierto, ¿podemos realmente confiar de que un proyecto de ley que está siendo utilizado en contra de un opositor o adversario, que intenta regular el mercado de información, no utilizará a futuro esta ley ya aprobada para beneficiar a amigos, o tomar revancha de adversarios y opositores? ¿Quién puede garantizar de esta forma la libertad de prensa, si agregamos que el ente regulador no operaría de forma independiente, ya que los cargos se ocuparían no precisamente por trayectoria? Y si bien esto último puede discutirse, ¿no podrá de ninguna forma el gobierno de turno cambiar los integrantes, o intervenirlo, o presionarlo? Es imposible garantizar algo así, al menos con este proyecto.
¿Realmente el pueblo quiere darle el poder al Estado de limitar la libertad de prensa, dejando que éste pueda presionar o tomar revanchas a sus adversarios? Al fin y al cabo, libertad de prensa no es solo la libertad de pensar y opinar diferente, sino también en contra de.
Y para cerrar: ¿puede el pueblo confiar su libertad de disidencia, a un gobierno que no solo parece mostrar que no acepta de buena gana la crítica, sino que además se le tiene una desconfianza altísima a los índices que deberían reflejar la realidad, por haber intervenido el Instituto, lo cual en caso de ser cierto, demostraría la falta de compromiso para con el pueblo de brindarle información real? ¿Como se puede confiar la regulación de los medios a quienes no estarían interesados o dispuestos a brindar información verdadera?
La ley de radiodifusión es no solo hace falta, sino que seria un gran paso para la Nación... pero depende de quién la hace, por qué la hace, y para qué la hace.
Y si bien no es antidemocrático hacer las leyes antes del recambio de diputados y senadores, tampoco es coherente que un Congreso intente aprobar proyectos de ley para con quienes los ciudadanos demostraron en la última elección que si bien pueden estar o no de acuerdo con el proyecto de ley, no están con el modelo o forma de gobernar. ¿Por qué se adelantaron las elecciones en este caso? No habiendo una justificación satisfactoria, creo que los argentinos hicimos muy mal en dejar que este gobierno tenga tanto margen de acción.

Desde mi puno de vista... ¿no seria mejor que el Congreso que trate la ley de radiodifusión sea uno que tenga mas en cuenta las instituciones, y también la libertad de prensa?


Miembro Vitalicio,
Alan Schamber.