después de más de 5 años:
- Hay demasiada gente que cree que la foto con el político importante, suma algo. Nadie es tan estúpido para elegir a alguien a su lado que solamente quiere la foto con él. Al menos, no un político pensante.
- Hay demasiadas personas que trabajan día y noche para solamente republicar o retwitear los contenidos de alguien más, o bien, hacer marketing con las decisiones de otros. Terminan cayendo por su propio peso, cuando se les pide media idea.
- Existen los intelectuales y los sentimentales, como personas que se suelen llamar "referentes" (si no lo pongo así, Jose Luis me pega de nuevo), y ambos son completamente necesarios. Son extremadamente escasos quienes pueden levantar una audiencia, y a su vez tener contenido intelectual.
- Las ideas pasan a un segundo plano cuando las formas son más importantes. A nadie serio le importa que coincidas ideológicamente con él, si tu objetivo es deshonesto. Las ideas, siempre pueden discutirse en el Congreso. La corrupción, no.
- La política no es arquitectura. La construcción no puede estar basada en la destrucción, porque la única forma para que la cúpula se mantenga, es convenciendo a toda la estructura. La cúpula por sí misma, podrá estar muy orgullosa de ser eso pero no va a llegar a estar arriba.
- Es increíble lo que puede lograrse, si a uno no le importa quién se lleva el crédito.
- Es más importante la honestidad, que quedar bien con todos. Incluso, para un buen líder, es preferible que uno discuta a que se quede callado. Es síntoma de que a uno le importa lo que sucede.
- Hay demasiadas personas que se dedican a lucrar con lo que no deberían. Hay muchos que intentan acoplarse a alguna estructura, para recibir algo (sea un viaje, capacitación, la foto, etc).
- Se vende humo todo el tiempo. Pero hay humo de diferentes calidades, y hasta a veces, aromas y potenciales diferentes. No siempre alguien que venda humo es para desechar, y no siempre alguien que no lo venda es para tener en cuenta.
- Se aprende todo el tiempo. Lo que pensaba cuando comencé, es bastante cercano a lo que pienso hoy en día en muchos aspectos ideológicos. En otros, uno va evolucionando y encontrando pensadores que refutan las ideas o las aplicaciones que uno pensaba correctas. No tiene absolutamente nada de malo cambiar el discurso y el pensamiento.
- Quien diga que no quiere algo de la política, miente. Pero eso no significa que no existen quienes solo quieren mejorar la sociedad y las posibilidades de todos.
- A la mayoría de las personas no le importa si sos honesto, o no. Cree que uno es deshonesto por participar en política. Y si te acepta que ahora sos honesto, cree que es porque nadie te ofreció lo suficiente. Hay que aceptar esa visión, y seguir adelante sin que a uno le importe.
- Por último, y el palo para mi: la falta de constancia es peor que la falta de ideas.
Espero sirva de ayuda mis pequeñas conclusiones y experiencias.
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