Ser. Hacer. Poder. Vivir. Puedo ser, hacer, vivir? Que soy? Quien soy? Que hago? Como vivo?
La filosofía ha intentado descifrar estas cosas por siglos, y si bien hubo muchísima oscuridad en muchos de los temas, algunos ya no son tan oscuros, especialmente después de la excepcional obra de Immanuel Kant, que es el abanderado la teoría gnoseológica y epistemológica actual.
La gnoseología, es el estudio de la capacidad de conocer, y del conocimiento en si. A priori esto parece un tema muy abstracto, pero no lo es. Simplemente: que es conocer? Como conocemos?
Como Immanuel Kant describió en su obra ‘Critica de la Razon Pura’, existen dos etapas en la que conocemos. La primera en la cual percibimos, siendo esta parte a priori, ya que no juzga per se, sino que únicamente uno recibe la información. La segunda parte, es la que analiza las impresiones que hemos tenido via los sentidos, y al hacerlo las compara con las experiencias que ya tenemos previamente en nuestra vida, para luego hacer un juicio. Por lo tanto, esta parte se dice que es empírica.
Pero entonces se entiende algo: a medida que vamos viviendo más cosas, y acumulando experiencias hacen que ante las mismas impresiones, los juicios con el tiempo vayan cambiando. Por consiguiente, es muy probable que muchos de los juicios que tuvimos en su momento pensando que eran los correctos, ante las mismas impresiones, muchos años después tengamos un juicio diferente. Y esto, llevaría a que las decisiones que uno toma, varíen conforme vamos creciendo, aprendiendo, y acumulando experiencias.
Entonces, podríamos estar diciendo que todos cambiamos, no?
En pocas palabras… NO. Crecer no es cambiar, ya que simplemente es sumar experiencias. Cambiar, es el acto de cambiar todo. El problema, es que crecer y cambiar, tienen el mismo resultado: que los juicios que hace uno no sean los mismos.
Cual es la diferencia entonces? Al crecer uno simplemente suma premisas a los razonamientos, y por lo tanto, los resultados pueden ser diferentes. Por el contrario, al cambiar, uno decide modificar las formas de analizar, de almacenar las impresiones, y no únicamente sumar premisas, sino modificar las que uno ya poseía.
Pero existe algo que hace que el cambio y crecer estén relacionados, más allá de los cambios de juicio: al crecer, y uno sumar premisas a los juicios que uno va haciendo, existe un método por el cual converger ambos procesos: el análisis y la decisión. Al autoanalizar las experiencias que uno acumula, genera que uno quizás se de cuenta de sus errores, y decida hacer un cambio completo de las bases, eliminando lo que cree que debe ser eliminado, y sumando premisas que le gustaría sumar a su vida. Este proceso es largo, y complejo, porque estas premisas no son experiencias, sino únicamente ideas. Esto hace que para arraigar esta nueva forma que no es natural a uno, sea un proceso que implica muchas posibilidades de altibajos, y que al momento de vivir, muchas veces uno por un segundo deja de tener presente las ideas que está intentando arraigar, y por lo tanto juzgue y accione de forma diferente de lo que el nuevo ideal requiere, y lo haga como solía hacerlo antes de tomar la decisión de cambio de las bases de uno mismo. Por eso mismo, se necesita una gran decisión, temperancia, y tiempo, ya que los altibajos serán cada vez más separados hasta lograr eliminarlos, y hasta ese entonces, hace falta decisión y temperancia.
Pero… quienes son los que crecen? Podria decirse que todos los seres vivos (dentro de las capacidades normales). Y quienes son los que cambian? Solo los que se toman el trabajo de hacer un análisis exhaustivo de su propia forma de vida, y a su vez, tengan la falta de miedo de tomar una decisión, y posean la temperancia para mantenerse dentro de sus nuevos principios de vida el tiempo que sea necesario para lograr hacer este cambio.
Que es lo que hace entonces que muchos no cambien? A veces, no hacer un análisis (porque nunca pensaron en la posibilidad de hacerlo, o bien porque no desean). Otras, el análisis es hecho, pero algo nos hace no generar el cambio. La falta de temperancia, es otro factor, pero tiendo a creer que la mayoría se deja llevar por miedo al cambio.
Por qué tenemos miedo a cambiar? Acaso creemos que dejaremos de ser nosotros mismos si cambiamos? No seremos la misma persona, con simplemente otro punto de vista, habiendo acumulado experiencias, y también tuvimos el coraje de cambiar al darnos cuenta que podíamos ser diferentes, y para nosotros, mejores? O acaso tienen miedo de desilusionar a alguien por cambiar? Acaso debemos rendir cuentas por como decidimos que queremos ser, y como queremos realizarnos?
Uno debe cambiar por sí mismo. No existe alguien que sea lo suficientemente perfecto para creer que ya no debe intentar cambiar.
Solo los tontos y los muertos no cambian. Y si intentamos?
JV.
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