Como bien se sabe, esta nueva cepa fue encontrada primeramente en México. A principio de marzo ya se hablaba del nuevo virus, y a mediados ya también de una pandemia. Pero hasta principio de abril, sólo se conocían casos en ese país. Para principio de mayo, el virus se había ya propagado a otros países. Entre ellos, EE.UU., Europa, y varios países Centro Americanos.
En este momento, nuestro país decidió cerrar la puerta a los vuelos provenientes de México, para prevenir que nuestros ciudadanos deban sufrir las consecuencias de una enfermedad no oriunda de la región. Esto fue muy mal visto por México, ya que estaban faltando al tratado de libre tránsito de ciudadanos de ese país en el MERCOSUR, pero no hubo quejas mayores, entendiendo la difícil situación. Los argentinos que debían viajar a México, debieron hacerlo vía Chile.
Esta resolución a simple vista puede ser tomada como prudencial. Pero si tomamos en cuenta que nuestro país estaba en esos meses infectado por el Dengue, y la falta de acciones preventivas que se tomaron al respecto, es paradójico hayan tomado una medida preventiva de tal magnitud. Pero considerando las próximas elecciones, se entiende la necesidad de hacer girar a la opinión pública, y mirar para otro lado (y consecuentemente, la campaña mediática).
Pero una vez que entró la gripe A a nuestro territorio, ¿se tomó alguna medida de prevención? En México se repartían mascarillas (o barbijos, según país de origen), se cerraron los lugares públicos en donde había reuniones de cualquier tipo, y hasta repartían alcohol en gel, desinfectaban el transporte público, y cerraron los subterráneos por 20 días. Pero el virus comienza a mostrar síntomas fuertes luego de una semana, así que se delego la responsabilidad a los ciudadanos de asistir obligatoriamente a un hospital ante CUALQUIER síntoma, y utilizar barbijo en todo momento, para evitar la propagación. Si bien no es un método infalible para contrarrestar una epidemia de un virus que se transmite por la vía aérea, y puede preservarse en el exterior hasta 10 hs (siempre que este en mucosidad), es todo lo que podía hacerse sin generar un pánico extremo, ni poner en cuarentena a México.
Ahora: ¿Qué se hizo en nuestro país, además de cerrar los vuelos directos de México, y hacer llenar un formulario a quienes ingresaron al país? Alegando que lo importante era mantener a la sociedad controlada, y que no entre en pánico, se ocultaron los índices de infectados y muertes, ni tampoco se atrasaron las elecciones legislativas, ni cerraron actividades a las que iba a concurrir mucha gente (¡ni siquiera en espacios cerrados!). Tampoco entregaron barbijos gratis a todos los ciudadanos, ni se paralizó el transporte público. ¿Por qué? ¿Realmente es porque lo mejor era mantener el orden y olvidarse de la gripe?
México, habiendo sufrido la gripe A desde su inicio en marzo del 2009, tiene 120 muertes confirmadas por esta cepa, y 20 mil infectados. La Argentina, por el contrario, con la gripe A confirmada por primera vez en nuestro territorio a fines de abril, tiene 94 muertes confirmadas (pero se habla de tres mil personas como cifra real), y más de 100 mil infectados (según cifras estimativas del nuevo Ministro de Salud de La Nación, el jueves 2 de julio). Pero… ¿qué tan confiable es la estadística sobre muertes de un país que esconde los verdaderos índices de inflación? Se está manejando la hipótesis de que desde el gobierno se reprime la publicación de la cifra real de muertos, haciendo que los hospitales tengan prohibido hablar.
Pero como saben, yo no pretendo informar. Sino, pretendo opinar, y que ustedes también opinen. ¿Quién es responsable de la cantidad de infectados y muertos que existan por una enfermedad en nuestro país, que con las medidas necesarias, podría haberse evitado? ¿Cuánto valía hacer una campaña de información y parar el país por 20 días, una vez que el virus había entrado dentro del territorio? Según este resultado… ¿realmente valía tan poco cada una de las muertes? ¿Cuánto se gastó en publicidad por la campaña política proselitista? Es mejor preservar la vida.
A mi parecer, esto es responsabilidad de nuestra ex Ministra de Salud, Ocaña, y de la persona a quien ella respondía: nuestra señora Presidente Cristina Fernández de Kirchner. Y también creo que si es demostrado que la inacción del Gobierno Nacional es el causante de la falta de control del virus en la población, entonces se deberá juzgar a estos responsables por su inacción. La diferencia entre matar y dejar morir es quién ejecuta, pero se sigue siendo responsable.
¿Por qué no está en este preciso momento existiendo un juicio político en contra de estos dirigentes?
Otro inexplicable hecho en nuestra Argentina.
Alan Schamber.